Los excesos de poder en Illinois

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ay una lucha en la legislatura de Illinois que nadie puede ganar, sino son los líderes demócratas, que desde hace una década actúan como marineros borrachos, derrochando dinero y poder. Son encabezados por el líder, llamado técnicamente llamado “speaker”, Michael Madigan.

A Madigan, cabeza de la mayoría demócrata en la Cámara Baja, le siguen John Cullerton, líder de la mayoría en el senado estatal y en tercer lugar (debido a que no formaba parte de la elite demócrata hasta hace unos meses) el gobernador Patt Quinn, a quien ahora acompaña haciéndole segunda el alcalde Rham Emanuel.

Por eso, hay líderes comunitarios y legisladores republicanos que saben que de poco valdrá su esfuerzo de una lucha por la igualdad y la justicia en la reubicación de los nuevos distritos legislativos para que haya una representación adecuada para los latinos en Springfield. Madigan y asociados, también hacen los nuevos mapas de los distritos federales y ahí si, ni entrarle, porque  son aún más celosos en la repartición de este pastel del cual, como ya hemos visto, no caerá ni una migaja para los latinos.

Es de aplaudirse el trabajo de cabildeo que realiza MALDEF (Mexican American Legal Defense and Educational Fund), para que se dé una justa reubicación de límites en los distritos estatales, pero no deja uno de ser pesimista sobre los resultados de sus esfuerzos que cada 10 años, después de cada censo, tiene magros resutados.

A pesar de que somos más que hace 10 años, Illinois continuará teniendo un solo representante federal, a Luis Gutiérrez, a pesar de que en el estado hay millón y medio de latinos a los que corresponden tres distritos para igual número de posibles congresistas latinos, pero quién nos va a escuchar, ¿el gobernador? ¿el alcalde Emanuel?. no. Menos Madigan y Cullerton, quienes se han apoderado de la regla y la pluma para hacer los nuevos mapas políticos con un solo fin y un solo capricho: quitarles más poder a los republicanos.

Tanta ha sido su saña contra los republicanos que les importa un bledo lo demás, todo es para ellos y sus amigos, aliados y compadres, los integrantes de un círculo al cual están lejos de pertenecer los 12 legisladores latinos, la pobre delegación que nos representa en Springfield, cuando, en justicia, ya deben representarnos 20 o 30 entre senadores y representantes estatales.

Al ver la dura rivalidad de los demócratas contra los republicanos los mismos líderes latinos han pensado en negociar sus influencias y sus presiones con los republicanos, para unir fuerzas y ver si con estos nos toca algo. En ICIRR, la Coalición pro Inmigrantes y Refugiados, se ha hablado de la posibilidad de negociar con los republicanos que podrían apoyar a los latinos en otras legislaciones pro inmigrantes a cambio de sumarse a la protesta contra esta acción unila-teral sobre los nuevos mapas.

A Madigan, quien representa un distrito local de Chicago, parecen importarle muy poco las apariencias de falta de ética y menos que Illinois se esté viendo hoy como uno de los peores ejemplos de la nación, donde el exceso de poder hace que aumente la apatía ciudadana para votar y participar en las elecciones, lo que, a la postre, debilita a la democracia, o la hace peligrar.