El síndrome de México en Chicago

El “síndrome niñera” que padecen  muchos mexicanos que esperan que todo lo haga el gobierno central de la República, sin tomar en cuenta sus propias responsabilidades como padres de familia y comunidad, lo traemos muchos al llegar a los Estados Unidos.

Desde la basura en las banquetas, la proliferación de la drogadicción y el crimen, hasta la misma corrupción y otros males de la sociedad, se la atribuimos al gobierno sin que nos responsabilicemos en nada como causa de esos males.

En Chicago sabemos que hay barredoras, que hay patrullas policíacas y buenos parque para la sana diversión de la familia, como funciones normales del gobierno, la sociedad tiene que hacer también su parte, porque las barredoras no llegarán cada que se acumule la basura, y los policías no estarán ahí día y noche para impedir cada problema. Sinembargo, son muchos los habitantes de nuestros barrios que no limpian el frente de sus casas, jamás recogen una basura ni eliminan siquiera las botellas que, al romperse, amenazan con hacer estallar las llantas de sus propios automóviles.

Prevalece la impresión de que sólo al gobierno le corresponde limpiar calles, callejones y parques y aunque esa es una de las labores oficiales de cada administración pública, la comunidad tiene el deber de no ensuciar, de poner la basura en su lugar, de poner el buen ejemplo a los hijos como personas limpias y responsables.

Hay familias enteras que con ese mismo complejo de gobierno niñera esperan que el alcalde ponga buenos maestros para que eduquen a sus hijos, cuando es de ellos el deber primordial de educarlos, a las escuelas se va sólo a instruir a aprender normas y formas de la economía y otras ciencias.

A la policía culpamos de los crímenes de las pandillas, de los asaltos y otros desmanes, la realidad es que esas pandillas están formadas por muchachos que salen de una casa donde debe haber padres y madres que, si los trajeron al mundo, deben hacerse cargo de ellos por lo menos hasta los 18 años de edad.

Si el gobierno es el “servidor publico” que todos esperamos que sea, no es niñera o guardián o cuidandero, el gobierno administra impuestos, impone el orden, encarcela criminales, provee personal, facilita servicios mismos que jamás serán suficientes como para hacerse cargo de las cosas que corresponden a laciudadanía.

Narcotráfico, secuestros, violaciones, masacres, drogadicción y alcoholismo, pueden ser impedidos en buena parte por los padres  si estos se hacen responsables y tienen hijas e hijos bien formados en un ambiente y un calor de unidad, de tal forma que no necesitarán de niñera que los cuide o les limpie o los regañe.

Afortunadamente nunca faltan los buenos policías que se encargan de la seguridad pública, así como maestros, sacerdotes y pastores que en muchas instancias tienen que hacer las veces de padres y madres, lo que habla bien de “el sistema” que aun así no basta.

El día en que todo padre se haga responsable de sus hijos, educándolos con el ejemplo, será cuando el gobierno se dedicará solamente a gobernar porque para eso se le elige y se le paga, no para que limpie en frente de nuestras casas o para que cuide a los muchachos.